TEXTO EN ROJO - HISTORIA
TEXTO EN NEGRO VIDEOJUEGO
MISIÓN 8
REGRESO A LA EMBAJADA CHINA (II)
Llegamos a un patio con preciosos jardines, pero no tenemos tiempo para admirarlos. Avanzamos y nos colamos en el almacén. La seguridad en la Embajada ha aumentado después de nuestra anterior incursión en la zona y ahora han mandado instalar varias puertas con teclado. Por suerte para nosotros, en ese momento hay un soldado tecleando el código. Grim nos recuerda cómo debemos proceder:
- Acuérdate de usar la visión térmica.
- Si Grim.
Cuando el soldado entra, usamos la visión térmica y descubrimos que el teclado de la puerta es 9753. Antes de abrirla, echamos un vistazo usando el cable óptico. Al otro lado, el soldado está cerca de una mesa mirando unos papeles. Lo agarramos por detrás y lo mandamos a dormir. Oímos sobre nuestras cabezas el ruido de cámaras y los pasos de algún guardia patrullando. Pero nadie espera que estemos aquí. El desorden preside esta enorme nave, con un montón de cajas tiradas por el suelo, así que conseguimos atravesar el almacén sin demasiados problemas.
Tras el pequeño periodo de carga aparecemos en un jardín que da a un patio con un pequeño riachuelo artificial y un puente. Lo más peligroso de esta zona es un perro que puede olernos, mordernos y alertar a los 3 guardias que lo acompañan. Debemos disparar a las luces cercanas y tratar de atraer al can para, después, gasearlo con una cámara señuelo (luego puedo optar por noquear o no a los tres guardias).
Voy hasta el otro lado del patio y me cuelo por una pequeña puerta en la esquina. Es una zona con un guardia y una cámara de seguridad. Entramos en el almacén (hay un botiquín) y esperamos a que un soldado ponga el código en el teclado de la puerta. Lo seguimos, usamos la visión térmica y abrimos la puerta (el código es 9753).
Entramos en una pequeña estancia aledaña a otra con dos cámaras de seguridad. Hay un total de 4 soldados (a los que dejaremos fuera de combate con bastante facilidad) y algo de munición. Después nos subimos a las estanterías y llegamos a una pasarela. Veremos una pequeña escena de un camión de combustible repostando. Disparamos a dicho combustible y habrá una explosión.
Llegamos al garaje del mismo en el momento preciso: los camiones están a punto de marcharse. Están repostando gasolina. Esperamos a que los guardias se alejen (no queremos crear bajas innecesarias) y disparamos a los tanques de combustible.
La explosión se oye a varios kilómetros de distancia. La densa humareda nos permite escapar. Lambert nos recuerda nuestra misión.
- Bien Fisher. Ahora a por Feirong.
- Pero ¿cómo llego hasta él?
- Tú eres el agente especial. Para eso te pagamos.
- Muy gracioso, Lambert.
- Recuerda... necesitarás a Feirong vivo para poder acceder a su ordenador.
Nos colamos por una trampilla, justo en el momento en el que llegan varios camiones de bomberos al lugar. Aprovechamos la confusión y entramos en el Edificio Central. Justo delante, uno de los guardias están hablando por la radio:
- Socorro, el General está intentando suicidarse.
- ¿Qué dices?...¿Dónde estás?
- En su despacho. Se ha encerrado. Deprisa.
- Voy para allí.
Seguimos al soldado que, de forma inconsciente, nos va abriendo las puertas hacia su jefe. Un par de puertas de teclado, un ordenador y unas cuantas carreras más adelante, estamos a las puertas del despacho de Feirong. Introducimos la clave, justo en el momento en el que oímos un disparo.
¿Es demasiado tarde? Entramos corriendo esperando ver los sesos de Kong Feirong esparcidos por toda la habitación... Pero lo único que encontramos es el cadáver del soldado al que perseguíamos y un hombre oriental de cierta edad en estado de embriaguez, sujetando con una mano una pistola y con la otra una botella de whisky.
Bajamos por una trampilla y seguimos a un guardia con linterna. Cuando se para, nos escondemos en un hueco a la derecha y dejamos que vuelva a pasar. Aparecerá un guardia en el pasillo que nos irá abriendo las distintas puertas con código hasta llevarnos a Feirong (los códigos secretos son 1456, 1834 y 7921). Además encontraremos por el camino un botiquín y tendremos que subir en un ascensor.
- Me voy a pegar un tiro.
- En la cara no, por favor.
- Jajajaja... Tú eres americano. Tú eres la causa de todos mis sufrimientos. Tal vez me hagas un favor si me matas.
El hombre intenta incorporarse pero el nivel de alcohol en su cuerpo es muy elevado y cae el suelo. Nos acercamos a él, le quitamos la pistola y le interrogamos. Apenas puede contestar e hilar dos palabras seguidas con sentido:
- Voy a acceder a los datos de tu ordenador y tú me vas a ayudar.
- Vete al infierno. No puedes obligar a un hombre muerto a hacer nada.
- Aún no estás muerto. El resto de tu vida es todo lo que tienes y el que sea o no dolorosa depende exclusivamente de ti.
- Mi vida era ya un sufrimiento mucho antes de que tú llegaras. Haz lo que quieras.
- ¿Dónde está Nikoladze?
- Ni lo sé, ni me importa.
- No le debes ningún tipo de lealtad. Él se ha esfumado... te ha traicionado.
- ¿Lealtad? Jajajaja... Espero que lo encuentres y lo mates. Yo no sé dónde está. Ahora mátame.
Feirong apenas puede mantenerse en pie. Le obligamos a desbloquear su ordenador. No opone ninguna resistencia: está demasiado borracho como para resistirse. Poco después de entrar en su ordenador y descargar algunos archivos, cae al suelo inconsciente, desmayándose producto de su estado.
Nos sentamos en su escritorio y esperamos noticias desde la oficina central del Third Echelon.
- Dime Grim... ¿Será suficiente con esto? No quiero...
Un disparo asusta a Fisher... Feirong había despertado de su letargo, había sacado otra pistola de un cajón y se había disparado a la sien. Grim está asustada:
- ¡Fisher!... ¡Sammmmm!
- Estoy bien Grim.
- ¡Vaya susto!
- Dímelo a mí. Veo demasiados suicidios en este trabajo como para sorprenderme ahora. ¿Qué hay de lo que os mandado? ¿Será suficiente?
- Los datos son sólidos. Ésto separa completamente a Feirong del Gobierno Chino.
- Fantástico - interrumpe Lambert - Manda la información al Pentágono y al Gobierno Chino. Esto evitará la guerra. Fisher, hora de salir de allí. Coen te espera en el helicóptero el el helipuerto del patio trasero.
- Gracias Lambert. Ya tengo ganas de volver a casa.
- Esto no ha terminado, Fisher. Queda Nikoladze.
- Lo sé Lambert. Sólo estaba bromeando.
Llegamos a la escena en el despacho de Feirong. Cuando se levanta, lo agarramos por detrás y lo interrogamos, lo que nos proporcionará un nuevo trofeo:
Una Charla Amistosa |
Has interrogado a 5 personas durante toda la aventura.
Después lo llevamos agarrado hasta el ordenador y le obligamos a interactuar con él. Se desvanecerá en nuestras manos. Ahora sólo tenemos que escapar huyendo de las explosiones (tenemos que movernos despacio y cuando se produce la explosión retroceder rápidamente), y llegando al helicóptero que nos sacará de allí.
Al acabar la misión obtenemos un nuevo trofeo:
A la Carrera |
Trofeo que conseguimos al completar la misión de Regreso a la Embajada China.
¡¡¡ MISIÓN COMPLETADA !!!
Después de descansar en el hotel de Myanmar, conectamos por vídeo conferencia con Lambert:
- Fisher. Es hora de que hablemos del Arca.
- ¿Qué es eso?
- Es lo que Nikoladze más quiere en este mundo y nosotros vamos a ponerle las cosas difíciles.
- ¿Eso es todo lo que sabemos?
- Sabemos que el Arca está escondido en algún lugar del Palacio Presidencial de Georgia y sabemos que Varnal Cristavi le permitirá llevárselo.
- ¿Quién es Cristavi?
- El nuevo presidente de Georgia. Ha llegado al poder ayudado por la CIA.
- No tiene sentido...
- Tú no pienses en ello. Tu misión principal en Georgia es atrapar a Nikoladze. Cuando le atrapes todo habrá acabado... ¡Los buenos habrán ganado!
De camino a Georgia, nos sentamos a ver la televisión y observamos que las aguas han vuelto a su cauce. Toda la información que hemos recogido (excepto lo de Nikoladze y el Arca) salen a la luz y la guerra fría entre China y Estados Unidos parece haber llegado a su fin. Ahora sólo falta encontrar a Nikoladze y acabar con él.
El resumen de los trofeos acumulativos tras la octava misión es el siguiente:
VIVA LOS VIDEOJUEGOS !!!
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