TEXTO EN ROJO - HISTORIA
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MISIÓN 7
MOUKE TSOE BO MEATS (III)
Tras un pequeño periodo de carga llegamos a la zona del sótano. Vamos hasta el fondo y esperamos a que entre un soldado. Cuando se marcha, vamos hacia una zona oscura y lo atraemos. Lo mismo haremos con otro en una sala parecida a la anterior (hay dos bengalas en la primera de ellas). Escondemos bien los dos cuerpos y continuamos.
En la siguiente habitación hay una torreta y un soldado que viene y va. Lo primero es dejar fuera de combate al hombre y lo mejor es disparar a las luces para atraerlo y esconderlo. Ahora recomiendo guardar la partida. Para desactivar algunas de las torretas que vamos a encontrar en este nivel, hay que ir corriendo hacia ellas cuando su punto de mira se aleja y darle al botón de correr justo en el momento en el que pasamos junto a ellas (nuestro personaje rodará por el suelo y podremos esquivar las balas).
Antes de marcharnos de esta sala podemos reponer la munición perdida tanto de la pistola como del rifle de asalto. Llegamos a otro pasillo con un botiquín. Hay dos enemigos al fondo hablando entre ellos.
En nuestro camino hacia los soldados retenidos escuchamos un par de conversaciones de los mercenarios georgianos que nos confirman nuestras temidas sospechas: Nikoladze se ha vuelto a escapar:
- ... Le han metido en un helicóptero... Nikoladze nos ha abandonado...
- Es lógico, ¿quién iba a pensar que los americanos nos encontrarían aquí?
- No lo sé... Pero que Dios nos ayude si es así.
Es una habitación más grande que las anteriores. Al fondo del pasillo vemos a dos soldados parados. Nos colamos por la izquierda y nos subimos a un pequeño pasillo que nos lleva a la parte trasera de dos torretas que podemos desactivar (si vamos en plan acción, podemos desactivar la IAE, dejarlas activas y llamar la atención de los soldados, para que sean las propias torretas las que los maten).
Más adelante y en esta misma sala, hay otra torreta, en la que repetiremos la operación ya antes realizada (guardar, correr y rodar).
Un pasillo en completo silencio nos hace desconfiar. Avanzamos despacio pero un ruido de pasos nos alerta y tenemos el tiempo justo para escondernos antes de que lleguen dos nuevos soldados... No parecen haber reparado en nuestra presencia:
- Esto es enfermizo... Yo soy un soldado, no un carnicero.
- Vamos... Seguro que quieres mirar.
- No quiero. Un asesinato en directo es una barbarie.
- Eres un tonto, es solo historia.
- No quiero seguir hablando de esto. Sigamos patrullando.
Dejamos atrás a los soldados y llegamos al final del matadero. Como nos había confesado aquel tipo al que interrogamos, allí se encuentran los soldados americanos. Están en una pequeña sala vigilados por varias torretas que apuntan hacia ellos y que se activarán si se mueven. Sus expresiones de terror lo dicen todo. Sin embargo, no parecen estar en mal estado. No han sido torturados ni muestran golpes o magulladuras. Desactivamos las torretas y hablamos con ellos. Son apenas una docena:
- Gracias a Dios. ¿Y los demás?
- No hay nadie, estoy sólo.
- Entonces, ¿cómo vamos a salir de aquí?
- Confiad en mí.
- No podremos ayudarte. Estamos desarmados y demasiado débiles. No sé cuantos días llevamos sin comer... No creo que los chinos lo estén pasando mejor...
- ¿Los chinos?
- Si, los chinos. Los tienen retenidos en la sala de al lado. A ellos si les han torturado. Ese tal Grynko es un animal.
Aunque las comunicaciones son complicadas, conseguimos conectar con Lambert:
- Jefe, ¿qué hago con los chinos retenidos?
- Averigua primero que saben. Si Nikoladze y Grynko los han retenido no creo que sean leales a su causa.
Los orientales están retenidos en una situación similar a la de los soldados: una habitación pequeña con varias torretas apuntando y "dispuestas" a disparar al menor movimiento brusco. Las desactivamos y nos acercamos a ellos:
- ¿Alguien habla mi idioma?
- Si, yo... Soy el Embajador de la República Popular China en Myanmar. Tengo que hablar con un representante de tu Gobierno.
- Escuchan todo lo que yo escuche, así que dispara.
- De acuerdo... Kong Feirong no representa la voluntad de China. Lidera a una facción disidente del ejército chino. Son todos unos fanáticos y unos locos.
- ¿Qué es lo que quiere y qué tiene que ver con Nikoladze?
- Negocios... Feirong le suministra transporte y municiones a cambio de residuos nucleares para armas.
- ¿Y el Gobierno Chino lo sabe?
- Por supuesto que no. Y a menos que obtengan pruebas sobre las actividades de Feirong, me temo que puede estallar una guerra.
- ¿Y cuales son las pruebas?
- Están en el ordenador de su despacho... Mi despacho...
- Si le obligo a abrir su ordenador y mandar esos archivos al gobierno chino, ¿nuestros países no entrarán en guerra?
- Esa es mi última esperanza.
Dejamos atrás a dos soldados en un pasillo, escondiéndonos en uno de los pequeños huecos que quedan a la izquierda. Llegamos a la zona donde se encuentran retenidos los soldados y los chinos. Lo primero que hacemos es desactivar las torretas. La oleada de enemigos no se activa hasta que hablamos con el Embajador chino, así que podemos preparar el terreno antes de hacerlo.
En esta parte aparecerán los soldados en varias oleadas. Si queremos ser conservadores y no morir, podemos poner unas cuantas minas, antes de hablar con los diplomáticos chinos. Luego, usando los disipadores, las cámaras y el combate cuerpo a cuerpo, conseguiremos noquear o matar a todos los mercenarios, aunque al único al que realmente hay que eliminar es a Grynko. No podemos dejar que los enemigos se acerquen ni a los soldados ni a los orientales porque si acaban con ellos, la misión habrá fracasado.
Cuando el embajador termina de decir la última silaba oímos pisadas y gritos. Nos han descubierto y vienen a por nosotros. Grynko y sus hombres aparecen en el sótano dispuestos a terminar con cualquier rastro de vida humana allí abajo. Por suerte para nosotros, hemos encontrado unas cuantas minas y aún disponemos de algunos pequeños "trucos" en nuestro equipo: bombas de gas, dardos tranquilizadores...
Contenemos bien la primera oleada y oímos por la radio que el mismo Grynko en persona va a bajar a por nosotros.
- Fisher - nos grita Lambert - Acaba con Grynko. Sus hombres son mercenarios. Sólo actúan por dinero y por intimidación así que cuando acabes con él, huirán.
Un certero disparo a la cabeza de Grynko acaba con él y, como nos había anticipado Lambert, el resto de mercenarios se marchan huyendo del lugar.
Lambert nos felicita pero no podemos perder tiempo:
- Gran trabajo Fisher. Nuestros espías han descubierto una conversación entre Feirong y Nikoladze. Están al corriente de todo. Debes volver lo antes posible a la Embajada China y evitar que destruya las pruebas que le incriminan. Date prisa.
- ¿Y los diplomáticos chinos? ... ¿Y nuestros soldados?
- No te preocupes. Nuestras tropas están llegando. Tu reúnete con Coen y volver a la Embajada. No tenemos mucho tiempo. Evita que se destruyan las pruebas. Tal vez sólo así evitemos la III Guerra Mundial.
- De acuerdo.
¡¡¡ MISIÓN COMPLETADA !!!
Dejamos para el final el resumen de la misión. En primer lugar, hay que decir que hemos conseguido algunos trofeos.
El Abrazo de la Muerte |
Has capturado a 100 enemigos, sorprendiéndoles y agarrándolos por la espalda. Pueden parecer muchos, pero este trofeo nos saltará en la primera partida si somos un poco cuidadosos, actuamos en sigilo y evitamos el combate directo.
Elementos asegurados |
Has conseguido rescatar a los soldados americanos y a los chinos retenidos en el Matadero de Mouke Tsoe Bo Meats.
Para terminar, os dejamos con un resumen de cómo van los trofeos acumulativos:
VIVA LOS VIDEOJUEGOS !!!
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