OLYMPUS HEIGHTS
b) El Lote 192 y sus efectos secundarios
Vamos directos al despacho de Suchong: una gigantesca biblioteca llena de papeles, pizarras con infinidad de operaciones, etc. Entre estos documentos, indescifrables para nosotros, encontramos una grabación en la que Suchong relata cómo Fontaine nos controla a través del plásmido de control mental... La grabación continúa y es el propio Suchong el que habla de un antídoto, algo llamado Lote 192. Tenenbaum, que ha escuchado el audio por la radio, nos da una pista del siguiente paso a seguir:
"Sabía que eso tenía algo que ver. Suchong siempre se anda con secretos. Debe de tener ese dichoso lote 192 en sus Laboratorios, cerca de la Plaza Apollo. Pero una vez, robé en secreto una dosis y la traje a mi piso de la segunda planta. Nunca supe para que servía, pero supuse que si ese cabrón tramaba algo de tapadillo, debía tener esto vigilado".
En esta primera planta encontramos dos apartamentos más, ambos de personajes que ya conocemos: el primero es el de Ana Culpepper, cuyo cadáver encontramos en la bañera del segundo piso; el segundo, es la morada de Sander Cohen. Esta vez sí se mostrará más agresivo y no nos quedará otra opción que acabar con él.
No hemos conseguido el código de acceso al ascensor, así que subimos al siguiente piso por la rampa central..., pero antes Fontaine nos da otro "susto", que nos debilita mucho:
"Me mata tener que hacerte daño, pero así son los negocios. No dejes que esto te desanime..., no supondrá diferencia alguna cuando este lugar sea pasto de los peces".
Llegamos con dificultad hasta la puerta del apartamento de Tenenbaum, pero está no se abre. Es imposible acceder así que seguimos buscando. Entramos en otro apartamento abandonado, pero no encontramos lo que andamos buscando. Subimos otro piso: la rampa termina de forma abrupta aquí mismo, así que avanzamos por el pasillo de esta última planta. Entramos en otra casa abandonada (de poco interés) y encontramos, tirada en el suelo una nueva grabación que nos desvela el código de acceso al ascensor.
Seguimos hasta el fondo y nos colamos por el boquete de la pared, lo que nos permite entrar en el apartamento de Tenenbaum, eso si, demasiado tarde: los hombres de Fontaine ya han estado aquí y lo han puesto todo patas arriba.
Bridgette Tenenbaum (ese es su nombre completo), se muestra descorazonada al ver cómo ha quedado su hogar:
"Mira mi hogar, destrozado por Fontaine y sus cerdos. Seguro que ha hecho que lleven las muestras del lote 192 a su ático. La entrada está en el vestíbulo, pero la maldita está siempre cerrada. No me creerás, pero hubo un tiempo en que todo esto era muy hermoso".
"Te creo Tenenbaum... y haremos que vuelva a serlo", le decimos tratando de animarla. "Además, he encontrado el código de acceso al ascensor que lleva al apartamento de Fontaine".
Antes de salir de allí, el propio Fontaine nos advierte:
"¿Por quién me tomas, por una especie de deficiente mental? Pusimos el nido de la mamaíta patas arriba en cuanto decidió desarrollar una conciencia. Allí no encontrarás nada, chaval, salvo quizá sus recuerdos. y créeme cuando te digo: no los quieres".
Bajamos a la planta baja y ponemos el código. El ascensor se abre y subimos al piso de Fontaine. Mientras lo hacemos, Tenenbaum reflexiona en alto, tal vez todavía afectada por el estado en el que estaba su piso:
"Tantos inocentes. Tus manos están manchadas de sangre. Sé bien lo que es esta venganza. ¿Cómo pagaremos nuestros pecados?. Pero ahora, debemos dejar todo esto de lado, tenemos trabajo pendiente".
El apartamento de Fontaine es simplemente espectacular. Un enorme oso disecado preside la primera habitación de la mansión. Está claro que a Frank Fontaine no le van nada mal sus negocios y trapicheos en Rapture. Pero parece no importarle acabar con todo:
"Voy a echar de menos este lugar. Rapture fue como una tienda golosinas para alguien como yo. Tipos que creían que lo sabían todo. Damas que pensaban haberlo visto todo. Siempre he preferido a un primo listo antes que a uno tonto".
Entramos en su despacho y, efectivamente, encontramos una muestra del lote 192. Instigados por Tenenbaum, la tomamos... Y no todo sale como esperábamos:
"¡Si! El compuesto empieza a coger fuerza. Los efectos de la sugestión mental han desaparecido, pero seguro que habrá efectos secundarios. Pero no todo son buenas noticias: el lote 192 ha reorganizado toda tu estructura de plásmidos. Debería haber imaginado que necesitarías una dosis mayor. Tendrás que conseguir otra dosis para liberarte completamente de los efectos... Bien, ahora localiza el laboratorio de Suchong en Artemis Suites. Seguro que allí guarda más de este lote 192".
Salimos del apartamento de Fontaine y nos dirigimos hacia la Plaza Apollo, lugar donde se ubica una zona de oficinas y viviendas llamada Artemis Suites, que es donde Suchong tenía su laboratorio.
VIVA LOS VIDEOJUEGOS !!!
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