3) ATRACCIONES RYAN
b) Adoptando a una pequeña
Llegamos al Salón El Dorado. Hay demasiada calma y eso siempre suele prevenir a la tempestad. Un gruñido familiar nos hace rápidamente entender el porqué del silencio: hay un Big Daddy con una Little Sister cosechando un cadáver. Sinclair nos advierte:
- En principio, el Big Daddy no te atacará, pero si quieres a la Little Sister, vas a tener que cargártelo.
- Ya sé que no va a atacarme... Pero necesito liberar a esa niña.
- Pues para hacerlo, ya sabes lo que tienes que hacer.
- Ya pero yo nunca he matado a otro Big Daddy.
Tras unos segundos de duda, vemos que el bicho metálico está distraído cuidando a la niña. Está de espaldas y si realmente vamos a hacerlo, no encontraremos un momento mejor. El primer golpe con nuestro brazo perforador deja muy tocado al Big Daddy, pero como todos, al ver en apuros a una Little Sister, se recompone y se revuelve hacia nosotros.
El combate es duro y estamos acostumbrados a las armas de fuego pero no a los golpes de un brazo metálico. Finalmente, y no sin esfuerzo, conseguimos derrotarlo. Miramos el cuerpo inerte. En el fondo, no somos tan distintos: metálicos, protegemos a las niñas... Por un instante, un pequeño remordimiento recorre nuestra mente. Sinclair nos saca de nuestro ensimismamiento:
- Tómate un respiro, hijo. Los has conseguido. Ahora, deja que la pequeña suba a tus hombros y confiará en ti como si fueras su nuevo papi.
- Papi.
No es Eleanor pero debemos protegerla. La niña sube a horcajadas sobre nuestros hombros y Sinclair vuelve a insuflarnos ánimos:
- Bien, estamos avanzando. Ahora Rapture está repleto de cadáveres, y esa pequeña puede extraerles el ADAM. Sal del Salón y busca uno.
Las Little Sister no sólo son excelentes recolectoras de Adam, sino que han desarrollado un sexto sentido: un excelente olfato que les permite saber qué cadáveres aún poseen este extraño manjar en su interior. Le pedimos que nos lleve hasta uno y nos guía hasta un lugar familiar: el Museo de Rapture.
- ¡Muy bien! Parece que ha encontrado uno cargadito. Pero cuando comienza a drenar el ADAM, los splicers vienen corriendo. Ellos también lo huelen así que prepárate antes de que la niña comienza a recolectar.
Miramos a nuestro alrededor. Precisamente el museo es una zona muy abierta, con muchas zonas de acceso, escaleras, puertas laterales:
- No será fácil protegerla.
- ¡Vamos, Sujeto Alfa! - dice Sinclair - No tendré que recordarte que eres un Big Daddy, antiguo si, pero un Big Daddy al fin y al cabo.
Establecemos un pequeño perímetro de seguridad con ciertos remaches trampa y analizamos todas las zonas por la que los splicers pueden llegar. Tenemos un mal presentimiento pero no podemos dejarlo más tiempo. Finalmente colocamos a la pequeña y ésta comienza a recolectar.
Han pasado apenas dos segundos desde que la hemos dejado en el suelo cuando Lamb lanza un mensaje por la megafonía:
- Es una hija de la familia, no un juguete de usar y tirar. Me parece apropiado que expires aquí, otra antigualla olvidada en el templo al orgullo de Ryan.
Pasan unos instantes y ya oímos los ruidos de pisadas y los gritos de una jauría de splicers sedientos de Adam. Por si no nos había quedado lo bastante claro, Sinclair nos previene:
-¡ Ahí vienen! ¡Contén a esos splicers hasta que termine o no os dejarán tranquilos!
Todavía no nos hemos recuperado totalmente del combate con el Big Daddy cuando nos vemos rodeados de oleadas de splicers. Salen de todas partes, pero nuestro armamento y nuestro coraje puede con ellos.
Cuando la niña termina, se gira hacia nosotros y nos habla:
- Ya está papi.
La recogemos y la subimos a nuestros hombros rápidamente.
Sinclair vuelve a hablarnos:
- Ahora ya sabes lo que nos jugamos. Un plásmido cuesta un poco más de Adam del que tienes. Sigue así.
Entramos en el Parque de Atracciones donde parece haber una gran montaña rusa. Pero antes nos detenemos en un pequeño teatrillo con una figura de Andrew Ryan nos da la bienvenida en forma de nueva audioguía:
1) Desde la mesa de Andrew Ryan
¡Vaya!... ¡Hola! Me llamo Andrew Ryan. Construí la ciudad de Rapture para niños como tú porque el mundo de la superficie ya no nos quería... Pero aquí, bajo el océano, es natural preguntarse si ha pasado el peligro. Si los que hemos dejado atrás recuperarán alguna vez la cordura. Así que imaginemos: ¿qué podría pasarnos a ti y a mí en la superficie?
- ¿Hueles el Adam? - Nos dice la pequeña.- Es por aquí papi.
Parece evidente que va a llevarnos hacia otro cadáver. Ya sabemos lo que nos espera.
VIVA LOS VIDEOJUEGOS !!!
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